De Miel y Furia

Siempre he sido un experto en mantener mis emociones por dentro y demostrar solo aquello que me interesa demostrar. Ser correcto y consecuente. Y ademas llevar un completo listado internos de "que le demuestro a esta persona y que siento de verdad". No se a quien culpar (me educaron asi, mi padre hacia lo mismo, soy timido, la sociedad me ha creado, mi perro se comio los deberes...) pero es asi. Pero tiene efectos secundarios. Ayer me descubri intentando poner una cara adecuada a una dependienta, pero no sabia. Se me olvido cual era la correcta o como se movian los musculos faciales. Asi que me encontre dandola las gracias por su servicio, ofreciendola una mueca en mi rostro de "acabo de escapar del manicomio". Y es que esconder tanto tiene que pasar factura. No me cabe tanto. Hace ya tiempo decidi dejar de hacerlo conscientemente. Pero es dificil. Esta metido en mis automatismos. Y las raices son profundas. Estan agarradas al recuerdo de un niño poco favorecido confesando sus sentimientos y recibiendo risas. Los cuerpos cambian, pero los traumas acompañan.