martes, noviembre 08, 2005

 

Vivir para tragar

Hace meses que me dedico a jugar con el desastre y siempre que esta a punto de pasar, cambia el viento y todo sale a mi favor. Cuando buscas el fracaso y entre todos te dicen que eres un campeón, te replanteas el valor de las opiniones orbitales. Parece ser que, por defecto, se tiende a dar la razón y alabar lo ajeno. Debe ser el mismo concepto a partir del cual hacemos mejores regalos a los cumpleaños que están cerca del nuestro. La sempiterna futura retribución nos hace olvidar el porque de explicarle a un niño el significado de la palabra "sinceridad". Sobre todo cuando "corrección", "comportarse", y "educación" acaban siendo extrañas palabras sin un significado real, todas ellas sinónimas entre si, que vienen a querer decir algo así como "no digas ni hagas en publico nada que te guste o pienses". Porque al final es todo siempre lo mismo. Hipocresía. La palabra que mejor describe casi todo lo que se te pueda ocurrir pensar. Y no me vengas con "el amor de una madre" o " la sonrisa de un bebe" porque así utilizado es lo mismo. Hipocresía. Deberían haberla puesto como nombre y bandera a la nave espacial PIONEER 10, que fue lanzada en 1972 con un mensaje para decirle a las avanzadas civilizaciones del espacio exterior quienes somos....



... para lo cual les dibujaron 2 amables y sonrientes seres humanos en pelotas y le añadieron a la ecuación una selección de música clásica... Y lo peor de todo es que la hipocresía no es el cáncer de nuestra sociedad, es la sociedad.

 

Mensaje




Hay gente que cree que pedir ayuda es decir que todo va bien cambiando un poco el tono de voz.
Deberíamos saber que el mundo ya no esta para sutilezas.

miércoles, noviembre 02, 2005

 

Cienmil

Eran las fiestas de mi pueblo y yo volvía de madrugada en un estado de semi-recuperación, cansado pero satisfecho. Caminaba por en medio de una avenida vacía de coches y sembrada de árboles. Justo cuando la oscuridad se transformaba en luz mortecina de amanecer, alcé la mirada.
En ese momento de luz especial, una fresca y suave brisa arrancó las cienmil hojas caducas de sus cienmil ramas en cienmil direcciones distintas creando el sonido de cienmil roces. Un momento único e irrepetible. Nube marrón, verde y amarilla. Viento en el rostro. Y yo, el único habitante del planeta. Soy incapaz de recordar con quien pasé mis horas aquel día, pero aun puedo oler aquel viento, sentir aquellas hojas y oír aquel estruendo.
No es que no fueras importante.
Pero no fuiste única.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?