miércoles, septiembre 22, 2004

 

Un principio

Con 18 años y recien vista "Quadrophenia" decidi que queria ser Mod. Me compre un traje y le puse los espejos que pude pagarle a mi Vespino. Ante la incomprension de mis padres y su falta de apoyo economico, me vi obligado a ponerme a trabajar a media jornada. En eso si que me ayudo, muy contento mi padre, que me recomendo en su propia empresa, pero en otro edificio. Asi que, espejito a espejito, mes a mes, mi vida transcurria entre estudiar por las mañanas, repartir correo por las tardes y presumir los fines de semana. Mi responsabilidad laboral era casi unicamente repartir todo el correo de la tarde por las 5 plantas del edificio. Esto me transformo en la persona mas popular entre las secretarias, ya no solo porque hablara mucho con todas, sino porque, misteriosamente para ellas, el chico del correo de la tarde iba vestido de traje los viernes. Si combinamos mi planta y mi elegancia de viernes con la costumbre que tienen los altos ejecutivos de contratar a jovenes y guapisimas secretarias (que triste) podreis comprender que era raro el viernes que no salia acompañado del trabajo. La excusa siempre fue el cafe. Y casi todas se quedaban a desayunar. Pero a Rebeca no le gustaba el cafe. Rebeca era la encargada de organizarme el trabajo. Me daba las prioridades y me explicaba las tareas extra, si las habia. Pero nunca tomaba cafe. Mis ofrecimientos e insinuaciones no valian para nada. Siempre tenia algo que hacer. Tanto llego a atraerme que me olvide de las demas. Me dedique a ella por completo. Me entere de sus gustos, aficiones, amigos, costumbres, lugares frecuentados... me dedique a encontrarme casualmente con ella por todos los rincones de Madrid, siempre como un pincel, siempre para verla escapar con las excusas mas peregrinas. Hasta que, un martes cualquiera, me ofrecio ella el cafe. Y el NO me salio casi inconsciente, iniciando asi una temporada de ofrecimientos reciprocos, reciprocamente negados. Una entrañable costumbre que nos mantenia alejados. Al mes, cansado de los resultados de tan divertido juego, entre en una pequeña joyeria y me gaste casi todo lo que me quedaba en un encargo realizado en plata.

Dos dias despues, en vez de hacer la ya tipica proposicion (me tocaba a mi) la ofreci las palmas de mis manos abiertas diciendola "Elige quien eres tu para seber quien soy yo. Creo que hara las cosas mucho mas faciles".

Y desde entonces todas las noches
las pasaste en mi regazo,
en mi cuello un raton,
y en el tullo un gato.

Comments:
Desgraciadamente, Vireta, mi trabaja de repartidor de correo era mas parecido a repartidor y catalogador de memorandums y no tenia ninguna carretilla... Ademas, mi club de Mods era mas bien una agrupacion de amantes de las motos donde encontre un para de "locos" como yo... pero en mi imaginacion todo encajaba muy bien. Aunque nunca he llegado a tirar la moto almar... mira, es algo que tengo pendiente. A lo mejor un dia de estos.
 
Si, que sensaciones... Y qué bonito lo que decís...
Esas cosas que describe Vireta creo que son mi concepto de la felicidad, instantes plenos y fugaces.
 
Tranquila, seguro que esta agazapado en alguna parte esperando para tener una excusa y hacerte sentir de esa manera que, suguro, el tambien ama.
 
Yo me creía modette con 14 añicos,pero sin scooter. No recuerdo en qué año salió la peli pero la recuerdo muy bien, como me impactó y ese final...ese Phil Daniels...
 
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