martes, septiembre 28, 2004

 

Fabulosas Fabulas

En uno de esos bares muy frecuentados y muy caros habia un portero de muy recto. Tieso y seco en su labor. Extremadamente profesional. Era tanto filtro de gente como director de aparcacoches. Su puerta esta en una de esas calles muy transitada y con gran cantidad de locales, lo cual garantiza las dobles filas. Y eso era lo que peor llevaba, que bloquearan con una doble fila el coche de un cliente. Le podias ver a todas horas gritando a la gente para que no pusiera su coche alli o lo quitara de alla. No tenia derechos, pero su fuerza, tanto fisica como de espiritu movia al mas valiente de los conductores.

Era un conductor. Ni bueno ni malo. Muy nervioso. Era profesor de escuela y eso le crispa los nervios a cualquiera. Tenia que recoger a su madre que acababa de quedarse coja tras una importante caida. La pobre.

Era un chaval cualquiera. Se lo pasaba lo mejor posible, eludia lo mejor que podia las tareas y solo pensaba en las chicas, la musica y la juerga. Lo unico que no podia esquivar eran las responsabilidades que tenian que ver con su padre, que trabajaba al otro lado de la calle. Que era portero de un bar. Que esperaba atentamente a las 2 de la tarde para verle bajar a por el pan.

La noticia decia "Un niño muere atropellado por su profesor, que salia disparado de una doble fila al verse increpado a gritos por el padre de la victima. La policia estudia la relacion entre padre y profesor"

Espero que un dia nos explique el destino como entender su sentido del humor.

Comments:
Si, hola, ejem...
Por favor, señor secuestrador, soy G.
Devuelvanos a Shoo, que le echamos de menos.
Dinero no tenemos, pero somos güenas perzonas.
Esperamos sus noticias.
Gracias
(Shoo, resiste, que vamos a rescatarte)
 
siento no venir mucho.
Gracias por hecharme de menos.
 
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